NI PAN NI CIRCO

AUTORA: DRA. LUISA NAVARRO. Martha Heredia puede ser un puntal interesante, en estos desesperantes tiempos de un país que exhibe crecimiento económico y derroche desde el Estado, pero con una población llevándosela el diablo, lo mejor sería, cual carnaval balaguerista de los fatídicos doce años, dar a la gente un poco de pan y un poco de circo, de lo contrario que después no se quejen.
Buenos cantantes, más diversión, más piscinas en Guibia, más concursos de lo que sea.

La chica del IDOL cometió una falta grande, inaceptable. Entre ella, sus promotores en el narcotráfico, que nunca hemos sabido quienes fueron, al menos nosotros, los ciudadanos de a pie. Pero también el sistema judicial ha sido probo con ella, como debe ser. 

Sin embargo, me atrevo a pensar que alguien supone que ella es inferior a Sobeyda que durante años traficó y lavó, y anda tan campante como Juancito el caminador; tal vez la Marthita es menos que la vaquera que amenazó la gente con una pistola en la Mejía Ricard; quizás es menos que las champañeras de Figueroa, por decir sólo casos de mujeres.

La IDOL es igual ser humano y mejor ejemplo que todas esas delincuentes que están en las calles y viviendo como megadivas.

Y creo que es mejor porque la muchacha fue capturada en el primer intento de delinquir, dijo la verdad, se declaró culpable y a todas luces los dueños del negocio la dejaron sola y amenazada. El abogado Portes parece que es muy caro y no se emplea a fondo con casos menores.

Pienso que Martha Heredia tiene juventud y talento para volver a hacer vibrar de orgullo al país. Es hora de darle la libertad.